Me enteré de Atmósfera a través de una amiga, quien me comentaba que era el único lugar donde no solo hacía "ejercicio" sino que meditaba y exploraba su propio cuerpo. Me interesó ya que pasaba mucho tiempo parada, cargando cosas, manejando, y empezaba ya a sentir dolores en el cuerpo. Asistí a las sesiones de pilates y me entró una obsesión; querer conectar con los límites de mi cuerpo, exigirle cambios, resistencia. Entendí que lo que quería no era hacer deporte, terminar exhausta, y sentir que ya había cumplido una cuota. Entendí por ende que era una práctica, diaria, un tiempo y espacio que respondía a cómo llevaba el día, la semana, etc. Estas sesiones en Atmósfera cambiaron mi conexión con mi cuerpo. Lo fortalecí, y lo sigo haciendo. Noto cuando por tiempos dejo de practicar (por algún motivo), siento que me empiezo a oxidar. Se vuelve una necesidad y ritual para sentirme fuerte y tranquila. Dejó de ser una actividad que "tengo" que hacer y se convirtió en algo que quiero y necesito.

La escuela Atmósfera es un lugar idóneo para mantener sana mi alma, mi cuerpo y mi mente. Me gusta porque aprendo diferentes prácticas en una misma clase, yoga, baile, meditación, pilates. La constancia me ha dado tranquilidad mental, a pesar de la realidad actual del covid; así mismo, mi cuerpo se ha fortalecido en pocos meses; pero lo que más agradezco de las clases y/o meditaciones, es el tiempo tan cálido, divertido y ameno, totalmente lejano de las rutinas aburridas de los gimnasios convencionales.

El círculo de Mujeres guiado por Cecilia Borasino es totalmente enriquecedor, siento que me empodera, que gracias a ella hemos formado una tribu totalmente amical y de muchos matices de mujeres sabias de diferentes edades y pensamientos, pero unidas en el sentimiento de las Hechiceras Urbanas, brujas y tejedoras de historias sin fin, reflexiones y cuentos de vida totalmente amorosos. Es para mí un honor formar parte de este fuerte lazo de mujeres. No sé exactamente como llegue al círculo, pero si se lo agradecida que estoy con Dios de ponerme ahí. Me he sentido sostenida y abierta a una comunicación tan honesta que siento como si las conociera de siempre. Creo que la conexión es tan fuerte porque cada una desde su creencia está en la búsqueda de ser mejores seres humanos y reconocer e iluminar nuestras sombras... sentir que en estas épocas diferentes que estamos viviendo la unión, la comunicación, el respeto y el amor lo hace todo sin importar creencias…

¡Hola! Soy una mujer que viene superando una crisis de ansiedad y que se menospreciaba constantemente. Una amiga me invito al círculo de mujeres dirigido por Cecilia y desde que conocí al grupo y empecé a meditar, mi vida cambio para mejor. Soy una mujer más consciente y segura de sí misma, además que aprendí a quererme tal como soy. Los viernes de meditación se han convertido en mis espacios favoritos, porque aprendo y crezco junto al cariño de otras hermosas y diversas mujeres que, al igual que yo, buscamos sanar con nuestro poder femenino... ¡Gracias Ceci por todo lo que nos brindas!